Eulalia lebrón de Romero

(Una mujer con agallas)

Edad: 68 años
Hijos: 9
Nietos: 27

Hablar de Doña Eulalia es hablar de una mujer esforzada, trabajadora y sufrida.

La vida de doña Eulalia transcurre entre el trabajo del campo y los quehaceres del hogar; y es que Doña Eulalia se faja como un hombre. Se gana el pan (literalmente hablando) con el sudor de su frente.

Tanto en el Desecho como en Laguna Prieta le arranca el producto a la tierra. Siembra y cosecha limón, naranja, gandules, guineos entre otros frutos menores. Sesenta y ocho tareas sembrada de pino en Laguna Prieta hablan por ella. En una ocasión recogió 96 quintales de habichuelas y los vendió a $1000.00 el quintal, cuando el dinero valía. No piense amigo lector que era dando ordenes, sino que se fajaba hombro a hombro con los trabajadores.

Pero no todo ha sido tan fácil, como se dice, hay que ver cómo doña Eulalia ha enfrentado los avatares de la vida.

Para el Ciclón David vivía en la comunidad del Desecho en una humilde casita. Tenia una cerca sembrada de arroz a punto de corte y el ciclón se lo llevó todo: arroz, animales, y casita; solo le quedó un horcón y encima de este un caldero y una aguja.

Con su esposo, don Darío Romero, 9 hijos y en la ruina, podía venir al pueblo pues el río no daba paso, a los 23 días del ciclón y sin más lágrimas que derramar, puede por fin cruzar con su familia y llegan al pueblo sin nada. Gracias a un amigo que le presta $100.00 y con estos pone una fritura. Con el tiempo construye su casita con la ayuda de su esposo y cría a sus hijos, muchos de los cuales son hoy profesionales. Lo dicho una mujer esforzada.

Ha recibido Doña Eulalia dos fuertes golpes en la vida. Los mas duros que una madre pueda recibir, la muerte de dos de sus hijos: Cristian que murió de una terrible enfermedad siendo muy jovencito y hace apenas 7 meses la muerte de su hija la profesora Orquídea también de una dura enfermedad.

Pese a todas esta pruebas se mantiene fuerte física y espiritualmente, con mucha fe y como nos dice “Siempre doy gracias a Dios” porque el Señor no desampara a sus hijos, de eso estoy segura”.

Sus hijos reconocen que es una gran madre y mujer luchadora, esforzada y abnegada.

Todavía a sus 68 años se mantiene activa en el trabajo tanto en la casa como el campo. Y es que ese es su modo de vida.

Que Dios le siga bendiciendo para que siga trabajando y llevando alegría a su casa.

¡Felicidades Doña Eulalia!